Por Autor Conocido
Los monrealistas se unen a Américo
Las adhesiones acumuladas por Américo Villarreal Anaya, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional a gobernador de Tamaulipas, empiezan a crecer a tan solo dos semanas y media para la gran jornada cívica del próximo 5 de junio; tan esperada en la entidad.
Se ha dado la integración de Maki Ortiz Domínguez y Carlos Peña Ortiz, los jefes políticos de Reynosa; priistas como Óscar Luebbert Gutiérrez, panistas en el norte, centro y sur del estado, así como estructuras sueltas. Ahora, lo noticioso se dio a través de las redes sociales durante la mañana y mediodía de este miércoles.
El polémico Alejandro Rojas Díaz Durán, autoproclamado como aspirante legítimo a dicho cargo público, quien desde la postulación hecha por el CEN dirigido por Mario Delgado hizo todo lo posible para reventar, al grado de ganarse los adeptos de sus adversarios, incluidos cabecistas, esos que meses atrás lo repudiaron por darle con bate de púas a su líder, reviró.
Tras encabezar hace semanas las actividades de militantes muy enojados con el doctor, al enfatizar a los cuatro vientos no representaba ni al partido, ni a la causa e ideales de la Cuarta Transformación, como tampoco a Andrés Manuel López Obrador, el hombre que dio el visto bueno al instituto político para la designación ayer cambió de opinión.
«Hablé con Américo Villarreal Anaya, me invitó a su proyecto y con gusto le dije que aceptaba. Me prometió que no estaba Carmonizado, no daría paso a Erasmo González y por eso le extiendo mi mano y mi voto de confianza»; declaró el personaje identificado con Ricardo Monreal Ávila, actual presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado.
No fue el único
Y mientras en los grupos de WhatsApp denominados «Truco Gobernador» o «Todos juntos con el Truco» y diversos nombres, expulsaron un número con Lada 55, perteneciente a Rojas Díaz Durán. En dicha aplicación como en las redes sociales empezaron a circular fotos de fundadores; entre ellos cercanos a ese clan del zacatecano, promoviendo al postulado por su partido.
Aunque todavía faltan uno que otro molesto o distante, en lo general y como aspecto muy curioso, en Morena la institucionalidad aparece muy cerca del Día D, cuando más se requería mostrar al interior y al exterior. Inimaginable, cuando parte de su espíritu de lucha era la confrontación de ideas y acciones, aunque fuera entre ellos mismos.
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