Hoy revelaremos 'El Teléfono Negro', la nueva película que busca perturbar a sus espectadores en el cine y la última obra de Derrickson.
Por Miguel Castillo V

El Teléfono Negro

Continúan saliendo nuevos estrenos para este verano y ahora, así como le tocó a los más pequeños la semana anterior, ahora le toca a los adultos; en especial a los mayores de 15 años. Y es que, aunque no es del gusto de todos, hoy hablaremos un poco del cine de terror; uno del que muchos huyen pero del que otros siguen muy de cerca y esperan pacientemente a los estrenos en la gran pantalla.

Ante la popularidad del terror elevado, al estilo de Ari Aster o Jordan Peele, en los últimos años, se ha visto un incremento del apartado psicológico en este tipo de filmes. Y este año, no es la excepción con la llegada de una nueva historia de terror de tintes psicológicos; pero sobre todo apelando a una manera de perturbar a las audiencias con situaciones que asemejen el terror del día a día en nuestras vidas.

Por esta razón, y ante su primer fin de semana en la taquilla, hoy revelaremos ‘El Teléfono Negro’; la nueva ‘pesadilla’ que busca perturbar a sus espectadores en la gran pantalla y la última obra de Scott Derrickson.

Una mirada adaptada sobre los secuestros infantiles

Conocido por películas como ‘Siniestro’, ‘El Exorcismo de Emily Rose’ o incluso la primera entrega de ‘Doctor Strange’, la mirada de Scott Derrickson puede ser una que agrade o enoje a muchos; especialmente en sus últimas entregas donde ha mostrado su manera ‘adaptada’ de hacer las cosas. Y digo adaptada porque, especialmente en este filme, vemos un retrato bastante ‘amable’ para ser película de terror; con pocos momentos de miedo absoluto y hecha más para que puedan disfrutar un amplío rango de edades, de una forma más comercial.

Partiendo de esto, algunos podrán respirar, aunque otros se lamentarán, al enterarse que el terror en este filme es casi inexistente. Si bien tiene un par de escenas con ‘brincos de susto’, este no es una de esas películas donde estas alertas constantemente para prevenir los sustos y los terroríficos personajes que pueden aparecer.

Sin embargo, a pesar de este formato, la idea de perturbar si que aparece en la película; especialmente al apelar a situaciones de las que muchos ya hemos oído hablar constantemente. Aquí, en particular, se habla del secuestro de niños y una particular mirada hacia los secuestradores, con el interesante personaje del ‘Raptor’.

Para no hacer ningún ‘spoiler’ de la película, únicamente mencionare la sinopsis general. Esta trata de un niño, llamado Finney, que cae bajo las garras del ‘Raptor’ y del cual busca liberarse a través de una particular ayuda que recibe a través de un teléfono negro que está en la habitación donde permanece aislado.

Es una trama simple que sin duda busca complejizarse con el rol de sus personajes secundarios y principales; pero que, sobre todo, pretende entretener a la audiencia con un juego de ‘escape’ guiado por Finney y donde uno se siente participe. De esta forma, uno puede estar bastante entretenido en la película y más enfocado en la evolución de la trama de corte ‘detectivesca’ que en ser asustado por los personajes.

Y aunque consideró cumple con su propósito y por lo tanto es una película que a muchos les agradará, el último acto, en mi opinión, cae estrepitosamente; esto reafirma una visión algo simplista de un problema mucho más complejo del que se termina mostrando en la pantalla.

El revelado

Con una premisa simple pero efectiva, «El Teléfono Negro» logra cautivar a la audiencia con un desarrollo entre un juego de escape y del detective, al tiempo que ambienta una atmósfera más realista que siniestra. Sin embargo, la premisa se queda mucho más grande que su resolución, la cual deja muy corta y bastante simple la visión de una problemática mucho más compleja y siniestra de la que se muestra en la pantalla.

Para todos aquellos que disfruten del cine de terror, quizás queden algo decepcionados con el desarrollo; pero sin duda quedarán bastante entretenidos con una película que invita a todos a acercarse y no temer tanto al cine de terror; por lo tanto profundiza más en una temática de ‘juego’ e ‘investigación’ que de perturbación absoluta.

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