Como epitafios, se han utilizado las grandes rocas que se encuentran en las escolleras en playa Miramar, desde el inicio de la entrada de la plazoleta, hasta la punta en el faro. Estas lecturas son parte de este centro turístico.
Pintadas a mano o en su caso con placas, se han colocado en diversos puntos de este lugar.
En el recorrido, las personas pueden encontrar varios epitafios dirigidos a aquellas personas que partieron de este mundo terrenal y que decidieron descansar en el Golfo de México.
Esta actividad se realiza sin ningún permiso y burlando la vigilancia que hace el personal de la Administración Portuaria Integral de Tampico (API). Los epitafios, son más visibles a partir de la mitad de la escollera y hasta dónde se encuentra el faro en la punta de este lugar turístico.
Algunas de las lecturas que se pueden apreciar en esas piedras se hacen pensando en las personas que ya no están en vida; pero a quienes sus familias recuerdan.
“Me lleven a donde me lleven muerto ya estoy”.
Ahí también se pueden ver frases dedicadas la pareja, donde a través de palabras románticas sellan su amor de esa manera.
Son varias las personas que en este lugar han perdido la vida resultando ahogadas tras adentrarse más allá de los límites permitidos, donde las corrientes los arrastran. En en memoria de ellos que se fueron colocando estos epitafios para recordar lo que fueron en vida.
Una de las últimas víctimas se trató de un maestro del Estado de México. Él ingresó al mar por la escollera, ahí la corriente lo arrastró y pese a los intentos qué hicieron los salvavidas este no logró salir con vida de lugar.
“Yo arrojé las cenizas de mi padre hace unos meses al mar. Él disfrutaba venir a la playa, era uno de los lugares favoritos y quise cumplir su promesa”, relató María Cristina Hernández, quién es una de las personas que plasmó un epitafio.
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