Días de caos después del devastador golpe del huracán Otis y la zona rural de Acapulco está igual de devastada e incomunicada que la turística.
Se encuentran sin contar aún con energía eléctrica, ni internet ni telefonía, pero tampoco con militares o marinos aplicando el Plan DN-III.
En el trayecto de Paso Limonero, La Venta, La Mica, Metlapil, Bulevar de las Naciones, Tunzingo, Cayaco, El Coloso, El Quemado, El Kilómetro 21 y libramiento Paso Texca la imagen de destrucción es similar a la que se ha difundido de la Costera y la Zona Diamante. Hay gente en la carretera que pide agua y comida.
Desgraciadamente la gente continúa con la rapiña de comercios, sin embargo ahora optó por saquear vehículos o camiones que llevan víveres a los damnificados de Acapulco “porque si esperan la ayuda del gobierno, difícilmente les va a llegar”.
Buscan alimentos y ayuda
Entrar a Acapulco es casi imposible y desde ayer y ante la ausencia de autoridades en la zona, cientos de pobladores se instalaron en el Boulevard Vicente Guerrero y el crucero La Sabana donde inspeccionan los camiones y vehículos para despojarlos de los víveres que llevan. Cruzar ese camino lleva tres horas para un tramo de tres kilómetros, sin que haya otra opción para llegar al centro del puerto turístico.
“Nos salieron unos hombres con machete, nos abrieron la cajuela y nos quitaron lo poco de comida y agua que le llevaba a unos familiares que aún no contacto y no sé como están” señaló a un medio local uno de los afectados quien optó por regresar a Cuernavaca.
En las calles, permanecen los escombros de lodo, láminas, basura, tinacos y árboles caídos que la misma gente con machete va quitando.
Un recorrido por la zona rural de Acapulco muestra la misma imagen de destrucción que la de la zona Costera, la diferencia es que en la zona más pobre resaltan las viviendas sin techos.

Vendedores perdieron inversión de años
En La Mica, lugar tradicional por la venta de artesanías, pulpas de tamarindo, cocos y recuerdos de Acapulco, más de 20 locales quedaron afectados ya que la fuerza de Otis los dejó sin nada.
Uno de los vendedores afectados señaló: “Perdimos mucha de la inversión de muchos años, ahora tenemos que arreglar todo y empezar de nuevo. Ahorita nos ven aquí porque también entraron a saquear y tenemos que vigilar para que no sigan robando”.
Comunidades pesqueras también piden apoyo
De igual manera que sucede en otras zonas rurales del puerto en San Pedro de las Playas, comunidad pesquera donde más de dos mil familias se dedican a esta actividad han perdido todo con el paso de Otis. Los techos de sus casas, sus bienes, sus lanchas.
Habitantes afirman sufrieron graves daños en sus hogares y denuncian el abandono de los tres niveles de gobierno, indicando llevan días sin luz, internet, pero lo más importante sin comida, ni agua ni nadie que les lleve ayuda.
Con información de Quadratín Guerrero y El Sur
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