Por Autor Conocido
Un tiktoker ya innovó más que todo el panismo
La baraja de aspirantes a cargos públicos para la elección del 2024 nos traerá muchas historias. La amplia mayoría son tan conocidas al grado de saber sus palabras, logros a presumir, formas de criticar y los integrantes de su equipo. Caen en el mismo escenario, ofrecen lo de siempre y suelen caer en escenarios comunes.
Hoy, cuando la exigencia de la ciudadanía es ser incluida con figuras emanadas de la sociedad civil, expertos en cualquier ámbito y con la firme convicción de entrar en una férrea competencia para los cargos públicos en juego, son muy contados los atrevidos, osados o valientes, como se les deseé catalogar, hacia una campaña de tres vías, pero de una extrema polarización.
Ahí nos encontramos con David Cordero. Abogado de profesión, egresado de la UAT, originario de Tampico y reconocido en el ambiente litigante, su trascendencia vino a partir de sus apariciones en la plataforma digital Tiktok con un estilo propio, sin frivolidades, sin videos absurdos. Lo contrario fue una enseñanza del Derecho no vista en la reciente historia.
Para eso puso como nombre de usuario “Lic. Dacor”. Da clases, consejos y asesorías sobre un hecho legal, una denuncia, qué se puede hacer y qué no desde el ámbito de la Constitución como del Código Civil y Penal. Eso lo catapultó para un alcance de 3.5 millones de seguidores… Sí, ¡millones! Es casi toda la población tamaulipeca, comparando las cifras.
Registra su intención
Pues con esta referencia el tiktoker y también influencer decidió, como cualquier ciudadano en este país, ejercer esa opción de ir por un puesto de elección popular. El pasado domingo, cuando los reflectores se encontraban puestos sobre Samuel García, el aspirante a la Presidencia de México por Movimiento Ciudadano, el licenciado se inscribió como candidato único a la diputación federal por el Distrito 08, que abarca Tampico y Ciudad Madero.
En pocas palabras, su simple aparición ya desmanteló todo argumento del PAN y del Frente Amplio por México en darle espacios a esos actores sin afiliación a un organismo político. Entre los azules, las intenciones de postulación caerán, como se dijo al principio de este escrito, en las mismas caras, la mayoría derrotadas en anteriores contiendas.
Vaya ironía: donde presumen ser una colación ciudadana brillar los políticos, mientras en el lado naranja, al menos con el “Lic. Dacor”, aparece lo menos común, la congruencia de ser una opción ciudadana.